La antigua oficina de investigación de Shell de los años sesenta es uno de los edificios más representativos de la ribera del IJ de Ámsterdam. Cuando quedó vacío, después de medio siglo utilizándose como edificio de oficinas, la empresa promotora Lingotto presentó un plan para transformarlo en un original edificio multiusos y que fuera, a su vez, una atracción turística. Tras la transformación, la Torre A’DAM empezó a atraer a entre 3000 y 5000 visitantes al día. Con estas cifras, incorporar un sistema de ascensores para los distintos grupos de usuarios se volvió una clara necesidad. Fue entonces cuando Lingotto se puso en contacto con Deerns.
Eficacia en el uso del espacio
La propia altura de la torre obligaba a buscar una solución personalizada para la logística del edificio. Se iban a destinar al menos siete u ocho ascensores a los usuarios principales del edificio, por lo que no quedaba espacio en el centro para añadir cuatro ascensores para los visitantes. Esta situación tan singular supuso grandes desafíos para Lingotto. Por eso, y tras su experiencia con nosotros en un proyecto anterior, la empresa decidió contar con Deerns. En la etapa inicial del proyecto conceptualizamos el plan de transporte, analizando los flujos de tráfico y la capacidad del edificio para instalar los ascensores.
Simulación de flujos separados de usuarios y visitantes
Tras acordarlo con Lingotto, decidimos mezclar todos los flujos de tráfico en los ascensores, separando al mismo tiempo a los usuarios habituales (clientes y personal del hotel, trabajadores de las oficinas y visitantes del último piso) de los visitantes diarios del observatorio, que puede atraer hasta a 1 millón de personas al año. A partir de simulaciones detalladas, elaboramos un innovador plan de transporte: reutilizar los cuatro huecos originales de los ascensores A, B, C y D en el núcleo central del edificio y añadir el hueco del nuevo ascensor E en la mitad inferior del edificio.
Todos los ascensores funcionan basándose en el control de destino vinculado al control de acceso. Los ascensores con control de destino están vinculados a un sistema inteligente de control de acceso. Las tarjetas de acceso que se entregan al personal y a los huéspedes solo permiten acceder a las plantas para las que tienen autorización, y solo estas se pueden introducir en el sistema de control de destino.
Optimización del flujo de tráfico
Aunque rediseñar un edificio ya construido es siempre un proceso complejo, todo el proyecto se llevó a cabo con éxito en el plazo previsto y dentro del presupuesto acordado. El análisis de los ascensores de Deerns muestra que el sistema de tráfico funciona de la mejor forma posible. Al comparar nuestro análisis del tráfico y el plan de transporte originales con los datos generados por el sistema de control de los ascensores, se observa que la capacidad actual es más que suficiente para cumplir los tiempos de espera dentro del rango especificado en un principio. Los datos de uso real permiten realizar ajustes. Por ejemplo, durante los meses de invierno el ascensor de la plataforma de observación se usa de una forma menos intensiva, y se puede destinar a otros usos.
El éxito del plan de transporte de los ascensores lo determina el comportamiento de los usuarios. Así pues, las personas que trabajan en el edificio reciben instrucciones claras sobre cómo llamar y usar los ascensores. Los visitantes del mirador, por su parte, siempre van acompañados de un guía. Al registrarse en el hotel, los huéspedes reciben indicaciones claras sobre cómo usar los ascensores. En cuanto al transporte de mercancías, está limitado a unas horas de reparto determinadas.
El ascensor A está equipado con un programa de espectáculo de luces, un impulso de aceleración y un magnífico techo de cristal para ofrecer una experiencia completa. El ascensor, que cuenta con un techo de cristal en la cabina, también se utiliza como ascensor en caso de incendio. Se puede acceder a él de manera segura para realizar tareas de mantenimiento e inspección a través de un suelo plegable oculto
" La Torre A’DAM ha sido el rompecabezas logístico más divertido y satisfactorio en el que he trabajado en los últimos diez años