Paso firme hacia la reducción de emisiones

El nuevo hospital Reinier de Graaf sustituyó a dos viejos centros hospitalarios. El principal reto de este proyecto era integrar todos los servicios necesarios en un edificio de menor tamaño. La nueva edificación tenía que seguir siendo eficiente, a pesar de reducir la superficie de suelo de 84 000 m2 a 56 500 m2.

Reinier de Graaf dio otro paso fundamental para que el inmueble fuese más sostenible. “Empezamos a pensar detenidamente en la transición energética y en lo que eso significa para la estrategia del edificio. Nuestras emisiones de CO2 han disminuido en un 76 % en los últimos diez años, lo que se debe, en parte, a esta estrategia de transición energética”. Se ha hecho todo lo posible para limitar la demanda de energía en el nuevo centro de tratamientos. Hay paneles solares en el tejado y seis bombas de calor (eléctricas) que se ocupan de mantener una temperatura interior confortable. Por lo tanto, el nuevo edificio no depende de ningún sistema alimentado por gas.

Instalaciones de máxima fiabilidad

Deerns se encargó del diseño de las instalaciones mecánicas, eléctricas, de control y de transporte del nuevo edificio. Las instalaciones del edificio se diseñaron para garantizar una alta fiabilidad operativa, un requisito imprescindible para el hospital Reinier de Graaf. Deerns contribuyó a alcanzar este objetivo de dos maneras. Por un lado, hicimos que ciertas instalaciones fuesen redundantes. Para ello, la instalación de refrigeración está equipada con una bomba de calor, una enfriadora y un aerorefrigerador adicionales. Por otro lado, realizamos numerosas y cuidadosas pruebas en las instalaciones para garantizar el éxito del diseño tras la puesta en funcionamiento del edificio.

Suministro de energía sostenible

Un punto de partida importante en relación con el diseño integral era buscar un suministro de energía sostenible. El nuevo edificio cuenta con una innovadora fachada compuesta por tres capas de vidrio con protección solar incorporada. Así se reduce el uso de los sistemas de calefacción y refrigeración. La demanda restante de calor y frío se puede satisfacer mediante el almacenamiento de energía térmica y las bombas de calor. Los picos de demanda se pueden afrontar con calderas (en invierno) y máquinas de refrigeración (en verano) de alta eficiencia. Los techos climáticos distribuyen el calor y el frío por todo el hospital. Además de permitir el ahorro de espacio, este sistema tiene otras dos ventajas: los radiadores se hacen innecesarios y la calidad general del aire mejora.  Aparte de eso, permite regular por separado los ajustes de frío y calor de las instalaciones.

Ahorro de agua y energía

Otras soluciones sostenibles son la iluminación eficiente, que se ajusta en función de la luz natural, y los inodoros con sistema de ahorro de agua. El consumo de agua y energía se puede supervisar a través del sistema de gestión del edificio. Los alimentos, las bolsas intravenosas y la vajilla desechable biodegradable se procesan mediante trituradoras de residuos.

Reutilización del agua de saneamiento

El nuevo hospital Reinier de Graaf reutiliza el agua de saneamiento gracias a un innovador sistema de filtrado.

Deerns diseñó una infraestructura de saneamiento que permite el funcionamiento correcto de esta instalación e integra la reutilización del agua de saneamiento tratada. El agua tratada en esta planta depuradora in situ se (re)utiliza para el agua de descarga de los inodoros, para las trituradoras y para las bocas de mangueras contra incendios. Por lo tanto, no es necesaria la retirada del agua residual, lo cual reduce de forma indirecta las emisiones de CO₂. El resultado es un centro de atención sanitaria lo más autosuficiente, flexible y sostenible posible.